EL QUE SE FUE A SEVILLA PERDIÓ LA SILLA
Se supone que el refrán original era: "el que se fue de Sevilla perdió su silla". El obispo de Sevilla, Alfonso de Fonseca, metido en la política de su tiempo, un día debiò viajar a Galicia para poner orden en esa diócesis.Al regresar, su sobrino, que había quedado como reemplazante, se negó a devolverle la sede sevillana. Fonseca sólo pudo recuperarla tras duras luchas y con ayuda de la Corona.De esa usurpación nació lo de " El que se fue de sevila...", que con el tiempo se conoció con la forma que hoy tiene.Moraleja: quien se aleja de lo suyo arriesga quedarse plantaado cuando regresa. Sin silla como el obispo. Y a veces incluso sin un miserable banquito.
AL DIVINO BOTÓN...
Esta expresión común en el habla de los argentinos, se aplica a lo que se hace o dice sin objeto definido o sin resultado. No se refiere a cualquier botón de camisa. En "italiano", la palabra butonelle significa las cuentas del rosario. Es posible que esta expresión naciera de alguien que perdió la fe a fuerza de tanto orar sin ser escuchado. Con el tiempo, esa actitud se borró de la frase, y lo de "divino" perdió su sentido original.Hoy tanto da decir que obramos al divino botón, como afirmar que hemos hecho las cosas al cohete.
LA CHANCHA Y LOS VEINTE
Esta expresión criolla nació a fines del siglo pasado, denota a la persona codiciosa que, no conforme con la ganancia que le corresponde en un trato, se empeña en obtener meyores ventajas.Es condensación de otro dicho más largo, "el chancho, la chancha y los veinte lechones", que agrega al abuso una exageración: la cría de una cerda a través de su vida fértil rara vez llega a la veintena. La idea abreviada actual:"Querer la chancha y los veinte..." Pero a la picardía popular no le pareció suficiente. era el auge de los frigoríficos y de la explotación de todo lo que se pudiera sacar de un animal. Así, la frase se usa en locuciones tales como : "Fulano pretende quedarse con la chancha , los veinte y la máquina de hacer chorizos". ese agregado tecnológico eleva la rapacidad al colmo. Muestra el afán desaforado de quedarse con todo. Y con algo más, de ser posible.PARA PENSAR, NO?.................
viernes, 21 de agosto de 2009
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